Todo entra por la vista.

No nos engañemos, todo entra por la vista....

Porque así lo dispuso este mundo al ponernos ojos en la cara.

Los ojos son nuestras herramientas en este mundo. El reflejo del alma. Sin ellos no podríamos conocer el mundo y todo lo que este implica. Por ello, cuando conocemos a una persona, la conocemos primero por los ojos

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¿Esto quiere decir que siempre buscamos belleza exterior? No. Esto quiere decir que es lo primero que nos llama la atención.

Luego de ver, empezamos a oír y sentir, de forma inconsciente, el aroma del otro. Según estudios de los canales científicos, el amor entra por el olfato. Pero para que este olfato pueda sentir, debemos acercarnos, y nos acercamos por la vista. Si nos gusta, nos acercamos.

El factor oído es muy importante también. Puede oler bien, verse perfecto y bello, pero si habla y no sabe de qué, no sirve. La conversación para las mujeres es algo extremadamente importante ¡Y el oído ni les cuento! Hablamos mucho nosotras, necesitamos que nos escuchen.

La conversación del hombre no es sinónimo de chamullo (decirnos lo que queremos oír). Aunque el chamullo también influye y mucho, no es vital. La conversación tiene que mostrarnos que compartimos intereses, que vamos a poder hablar con esa persona miles de veces en nuestra vida y nunca nos vamos a aburrir. Es lógico, si se supone que las relaciones ideales duran toda una vida, ¿cómo hacerlas durar si nos cansamos de escuchar al otro?

Por eso, a hombres y mujeres, les recomiendo lo siguiente: no intenten decir que les importa lo de adentro para ganarse a una chica/o. No está mal que el físico importe mientras no importe MUCHO. Y no rechacen al primero/a que se les acerque por el físico (a no ser que les resulte muy feo, claro) porque puede ser que sea la única persona en este mundo capaz de escucharlos y entenderlos por el resto de sus vidas.

Uno nunca deja de conocer a las personas, y eso siempre nos juega a favor si sabemos utilizarlo.

By Barbii Smerkin