A veces por quererlo todo, te quedas sin nada. Es tan grande el tesoro que el Padre me ha dado, que me sentiría un mal agradecido si deseara más de lo que él a diario me brinda. Imposible no ser agradecido por haberme regalado el tesoro de la Vida, el privilegio de amar que conlleva la vida misma, sufrir y ser feliz, me regalo el amor de una mujer y en complicidad con ella, me regalo el hermoso tesoro de ser tres veces padre. Que más podría pedir. Por no ambicionar más, se me ha llamado mediocre...., pero ahora me siento feliz de serlo, pues ya no tengo decepciones, ya no sufro del fracaso, ya no lamento haber perdido, lo que nunca fue mío.
El Padre, cada día me hace despertar, para comenzar a vivir un nuevo día y me regala las noches como el momento justo, para agradecer. Por eso hoy me siento como el cantor que feliz repite la frase:
DESEO POCO, Y LO POCO QUE DESEO....LO DESEO POCO.
Baancho.
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