Y sin embargo,
abrí las ventanas
para que volaras libre
comprendiendo que ya
tu corazón no me pertenecía.
pero te llevaste mis alas
las únicas que tenia
y ahora yo sigo aquí....
estancado, ilusionado
con la férrea creencia
de que sabre salir
con la fe, de volver a amar.
Mientras,
contemplare las estrellas,
me haré compañía de la luna
y jugare escondidas con el sol
paciente, resilente
viviendo minuto a minuto
el presente.
desterrando de mi corazón y mente
toda gota de rencor,
porque solo así, de esa simple manera
volverá a hacer nido en mi corazón
el bendito amor...
(Francisco Acuña)