Hoy ha sido un día bastante especial, después del trabajo me he dado un espacio para reflexionar de los hechos acaecidos en estos últimos días, y he llegado a varios análisis relativos a nuestra idiocincracia de vida.
Hace ya algunas horas, el pueblo de Chile, mi país se vanagloria del rescate de 33 mineros atrapados a mas de 700 metros de profundidad en la mina de San José en Copiapo, luego de 70 días.La espectación frente a esta operación de rescate trascendió nuestras fronteras, nuestro continente llegado a ser noticia internacional.De hecho la cadena británica BBC transmitió en vivo, toda la operación de rescate ininterrumpidamente, cubriendo las 22 horas que duró este.
La euforia tras el ascenso del ultimo minero, fue mundial, mas de 30 países representados por sus respectivos reporteros cubrió la noticia, que levanto el espíritu humano a los mayores niveles.Mas de cuatrocientas personas trabajo día y noche en distintos rubros, para conseguir EL MILAGRO.
Si el milagro de Dios como es llamado por muchos, y es aquí en donde yo discrepo, estamos acostumbrados a dar crédito para Dios de todas las grandes hazañas que desarrolla EL HOMBRE, cuando se logran nobles y grandiosos objetivos es gracias a Dios!.porque el hecho de que los 33 mineros se salvaran fue gracias a Dios y no gracias al esfuerzo del centenar de personas que se encomendaron en la tarea de sacarlos, la templanza de los mismos mineros atrapados en las profundidades de un cerro para resistir durante 17 días, de muchas personas y empresas que se entregaron en forma desinteresada en la campaña por salvar esas almas.
No!, los mineros se salvaron "por la gracia de Dios......".
Que poca cosa somos, que no nos sentimos capaces de reconocer nuestros propios logros y se lo damos a la voluntad divina. Se nos olvida que que esto ocurrió por un derrumbe, que a lo mejor Dios lo provoco, para "probar la fe de 33 seres humanos".
Yahve probó a Abraham, al pedirle que sacrificara en su nombre a su primogénito, Jehova probo al mundo sacrificando a "su propio hijo" para salvar las almas de toda la raza humana.
Yo me pregunto ¿hasta cuando la voluntad divina nos va a seguir probando?, ¿quien cresta prueba a sus hijos?....¿Cuando será el día en que seamos capaces de reconocer y valorar nuestro amor al prójimo, nuestra voluntad de vida!!!!!
Esos mineros se salvaron gracias a la entrega de centenares de personas que sin egoismos personales, trabajaron durante dos meses y algo mas, por traer a la superficie a esos hermanos.
El ser humano se engrandece como raza, en los momentos dificiles que el destino les depara.
El ser humano es en esencia un ser de bien.....
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